Los Rojiblancos buscan sostener la cima ante los isleños, que llegan con ilusión renovada
Austria y Chipre vuelven a cruzar caminos por la fecha 9 del grupo H de las Eliminatorias rumbo al Mundial 2026, en un duelo que promete intensidad en el Alphamega Stadium. El líder del grupo busca recuperar la senda victoriosa tras un tropiezo inesperado en su última presentación, mientras que el conjunto chipriota intenta consolidar la mejoría que muestra a cuentagotas en esta fase de clasificación.
El equipo austríaco llega con una mezcla de confianza y autocrítica. Aunque enlaza cuatro partidos sin conocer la derrota, su caída reciente por 1-0 frente a Rumania corta una racha de triunfos que lo había impulsado hacia lo más alto de la tabla. Aun así, la fortaleza ofensiva del seleccionado —con 17 goles convertidos y solo dos recibidos— sostiene el optimismo de cara a este encuentro.
En redes sociales, la federación austríaca comparte imágenes de entrenamientos con trabajos de alta intensidad, señal de que buscan afinar detalles y evitar cualquier sorpresa. La localía, además, aparece como un factor clave: en Viena y en otros estadios del país han construido un muro defensivo difícil de vulnerar, y esperan replicar esa solidez ahora que actúan en Chipre.
Del otro lado, Chipre vive una semana de sensaciones positivas. El triunfo 4-0 sobre San Marino renueva las ilusiones de un equipo que venía golpeado por derrotas y empates. Aunque los números dejan claro que aún sufre en defensa —con siete goles encajados— y le cuesta ser regular, la victoria reciente funciona como alimento para un plantel que sueña con escalar posiciones.
Un líder consolidado ante un rival inestable
El antecedente inmediato favorece a los Rojiblancos. El 6 de septiembre, por la fase de grupos de este mismo torneo, Austria se impone 1-0 en un duelo áspero, donde la mínima diferencia refleja la resistencia chipriota. Aun así, la superioridad austríaca en la tabla es clara: 15 puntos, 19 goles anotados y un funcionamiento colectivo que se sostiene incluso cuando el resultado no acompaña.
Chipre, con 8 unidades y 11 goles convertidos, intenta hacerse fuerte en casa para frenar al líder, algo que no logra en los últimos enfrentamientos directos. Su propuesta suele alternar entre presión alta y repliegue compacto, pero su talón de Aquiles es la continuidad: puede firmar un partido brillante y al siguiente desmoronarse defensivamente.